Todos tenemos nuestros paisajes preferidos, con los que soñamos despiertos mientras esperamos las tan ansiadas vacaciones.
Cuando por fin llega el momento, es hora de escoger nuestro gran favorito.
Playa
Si disfrutas del sol, arenas blancas y sanbullirte en el mar azul, entonces seguramente eres de los que siempre elige la playa.
Por qué no un crucero por el Caribe saliendo desde el sur de Estados Unidos, visitando por ejemplo Haití, Jamaica, Bahamas o las Islas Caimán… Tantos lugares donde broncearse mientras las olas nos acarician los pies, tantos miradores desde donde enamorarse de la luz del atardecer.
Montañas
Pero si prefieres la majestuosidad de las montañas, los bosques de espeso follaje o las cimas nevadas, seguramente estarás pensando en el Norte de Europa para reccorer la inmensidad de los fiordos noruegos, o los cruceros de Norteamérica, para ver por ejemplo las maravillas de Alaska. El mes ideal para hacerlo es agosto, cuando los días son más largos y las temperaturas más agradables.
Playa y Montañas
Pero si todavía no te decides o viajas con alguien que tiene una preferencia diferente, por qué no elegir un crucero por el Mediterráneo y disfrutar de ambas. Por ejemplo, saliendo desde Barcelona, puedes optar por uno de los recorridos que hace escala en Nápoles y realizar una excursión llegando hasta la cima del monte Vesubio (el último tramo del recorrido se hace a pie, entre vistas de ensueño) y otro día tomar el sol en una de las playas de la Riviera Francesa, como Cannes, una de las perlas de la Costa Azul.
¿Y tú, qué prefieres?
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